domingo, 10 de abril de 2011

Pies de barro

El barro me araña los zapatos, y siempre me enfado con él, pero no tiene la culpa de nada. Le toca estar en el lado de lo desagradable, y lleva ese marrón pringoso tintado en tonos viejos y con superficie inestable. Desgarro a la tierra un poco de su alma, al salpicar en la zanja de agua los zapatos. La tierra me deja moldear su figura. Y cada huella recordará al secarse la estancia de un caminante más. No es invierno, no es otoño, ni nada que se le parezca es un suelo arcaico venido de lo profundo, extraño y que he encontrado de imprevisto. No es agradable verse sucia de un tono tan pobre, triste y pegajoso. Salto evitando que su boca trague todo el pie, ya es tarde, se ha comido el agua hasta el calcetín. El pantalón se mancha y la expresión del rostro se arruga. Le echo la culpa al barro, y me disculpo a mi misma diciendo que carajo hace allí ese barrizal, en medio de donde estoy yo. Y yo? Que carajo hago andando por encima del agua sino floto?. No medí la profundidad, ni el color de ese micro laguna nacida de ninguna parte. Pensé que era un oasis y me acerque hasta allí con los pies húmedos y mala leche. Hasta que no nos hundimos no nos damos cuenta de lo mojados y las meteduras de patas que hemos cometido. No es el barro, ni lo acuoso lo que buscaba. La mente estaba en otro mundo de secano y mi cuerpo empapado en despiste y agua real. Debería ver más allá de mis narices y dejar de pensar en lo que no llegaran nunca haber mis ojos. El barro solo quería llamar mi atención y despertarme abrazando mi cuerpo con sus manos terrenales. Es infinito su color y podría dejarme atrapar y caer en sus arenas movedizas hacia ese mundo donde encaje mejor.

sábado, 9 de abril de 2011

Mano a mano


Tardes de sábados otoñales....la nostalgia se adormece con este tibio sol y nos dejamos llevar....como un barco a la deriva...

...hacia la playa de la sonrisa rescatándonos de un naufragio de tristeza... el otoño envuelve la mirada y recordamos el ayer y por qué no el mañana...

el mañana....si acaso pudiera llegar,llevame a a esas playas de remanso infinito,en donde el tiempo se
estanca y el miedo se desvanece en olas intenterrumpidas...


… olas cargadas de sueños venidos de lejos para avivar lo perecedero de cada amanecer… nuestras sonrisas emparejaran y el néctar de las flores lo llenara todo… y tú tiempo será mi tiempo, nuestro tiempo el que buscábamos.

....algún día fuiste mi tiempo ,más ,colmaste mis segundos de vida con el néctar de la vida,dónde te has ido?..

‎...no me he separado de ti y del reflejo de la luna llena, aunque pareciera a veces extraña y lejana al bajar la marea...porque cada ráfaga de sus aguas empapaba la esencia de lo aprendido…

lo aprendido....aquello que dictaron nuestros ancestros?...o aquello que en cada luna nueva como en un nuevo eclipse,llenaste mis venas sedientas de locas justicias?...

justicia que tantas veces te has equivocado ahora te lamentas...Y sabiendo que dudabas de lo que decían seguías atrapada en tantas mentiras. Hoy más que nunca los vientos venidos del silencio de cada una de nuestras respiraciones volaran para desvelar los secretos, cortando las cadenas del inocente. Ya es hora que salgan a flote en este mar los engaños...

viernes, 8 de abril de 2011

Escogeria un tema menos rancio que hablar de mi, pero lo rancio es mejor que un trozo de blanco enfermizo colgado en este hueco de inexistencia cibernetica. Por llamarlo de alguna manera. Se ha secado los sentimientos y ya no se asientan desde hace unos meses dentro de mi. Hoy he valorado ideas peligrosas. Son ideas que no debería tener pero me reconforta saber que puedo llegar de repente a la meta saltandome la carrera hasta el final. En el final no hay premio solo lágrimas y decepciones. No las mias, más bien de quien me aprecia de veras. Escoger cual es la linea mejor y más rápida no es tentadora. Ya no es tendodor nada. No estoy triste, ni preocupada, ni siquiera siento miedo a la muerte. Es parte de una vida mejor que nos espera y que nos merecemos, por eso la han dejado para el final. Lo mejor para lo último. Me persigue la idea de marcharme lejos, tan lejos que ni siquiera sé si existe ese lugar, nunca he estado y no hay regreso. No hay marcha atrás. La cuestión es pensar que vale la pena sentir ese deseo de llegar a un mundo donde ya no consumiras el aire que respiro en es momento. Llevo toda la semana escuchando la palabra fé, es corta, e incluso engañosa para quien te vende una F y una E como si te vendíera el mundo. Algo hay que vender y siempre alguien compra. No tengo miedo ya.

miércoles, 6 de abril de 2011

El cielo en ti

Ahora que tú sombra emana nostalgia, y se envuelve en caricias que no fueron dadas. Ahora que en el trastero, aun quedan las fotos acartonadas, aparece la luz por la ventana, levantando el pestillo de mis ojos. Cuando lloro- el día grita el consuelo-. Sonriendo al mañana. Hay momentos en que el olor a ti, se queda en paralelo con el olor a primavera. Y la lluvia golpea tu cuerpo penetrando en mis celos. Hay ratos en que no fluyen ni las palabras, pero regresas junto a mi solo para saber que me han editado su silencio, y echas por encima del cielo tu brazo sujetando lo insostenible para tener una mano cerca de lo imposible. Asustando a los pájaros en desbandada. Hay momentos que no hay risas, y por ellos siento que no es primavera y que recojo del suelo las cartas partidas de cada párrafo poético muerto que me atrajo de la nada.

martes, 5 de abril de 2011

Ni fu, ni fa así es el día


A medio oscuras, sin música, sin aliento, sin fuerzas. Un ojo pegado y el otro mirando hacia adentro, vagueando. Hoy no perdono la siesta. Estoy con la espalda en un cojín y me planteo dejarme caer al suelo. No me planteo nada. Cae la tarde con sus chorrones de calor, estos se pegan a la camiseta que llevo puesta y está empieza a estar empapada. No hay nada que me apetezca mirar. La música de un tío que no recuerdo ni el nombre y no encuentro podría hacer que mejorase este momento. Suenan varios sms al móvil, uno es de una pesada y el otro me felicitan, porque voy a ser rica si solo mando una palabra. A cual más tentador?. Paso de los millones y de contestar a nadie. Y eso que el día empezaba... El día empiezaba con el sol, y que no se canse de empezar asi, porque entonces estaremos jodidos todos!!. A veces me pongo a pensar como sería la vida sin mí. No me refiero a desaparecer ahora de repente. Más bien, nunca haber aparecido. Me encantaría poder saberlo. Creo que es como echar de menos a nadie. Quien sabe si echo ahora de menos a alguien que conocí y pensó lo mismo que yo y dejo de existir por voluntad propia. La cuestión es que su ausencia me es indiferente y no estoy triste. A quien no conoces no extrañas. Mejor no conocer a nadie. Es una opción dejar de extrañar, de querer y de saber cosas que llenen un mundo para que luego se larguen. Me molesta todo, hoy la luz, las palabras, he dicho la luz... Creo que cerraré el otro ojo y bajaré las persianas del todo. Crearé mi noche exclusiva y quien sabe, si encuentro al tipo ese podré oír un concierto donde no tenga que presentarme a extraños. Se llamaba?. Buscaré algo que no tenga que ver con nada relacionado con el último año. Que digo!!!, busco un imposible si solo hago que escuchar música. Pienso a veces que hará la gente cuando yo no quiero existir. Mi familia, mis amigos, los pesados de turno y a turnos. Creo que estarán viviendo a tope este momento cuando yo me planteo desvivirlo, o tal vez se esten planteando si cierran un ojo o los dos. Lo mejor ha sido esta mañana. Guardo en la retina lo que me ha deja el espejo del retrovisor y mi curiosidad. ¿Cuántos semáforos tendrá una cuidad?. No es una pregunta con trampa. Yo tampoco lo sé. Hoy tenía dos.

Miro hacia atrás y veo una pareja que atrae mi interés, se les ve hablando. Ella coge una botella de Coca Cola se echa un trago y se la pasa a él. Romántico y me da sed. Que bonito verles repartir babas y momento de calimocho!!. Él apura el culo de la botella. Y la cotilla del espejo retrovisor, sigue fijamente sus movimientos. En ese momento me imagino que él se bajará del coche y echará la botella vacia en el contenedor amarillo. Vale no pense eso!! Pues noooooo!!!. Fue todo muy rápido. La lanzo a los asiento de detrás como si no tuviera importancia ese gesto. Botella reciclada a su manera!! Mejor no saber como tienen la casa esta pareja y menos conocerles... Semáforo verde e impaciencia del tipo. Salgo disparada. Nuevo semáforo. Es un hombre de unos 30 años y con barba de 3 días. Es bastante atractivo. Me quedo mirándole y se detiene el tiempo, es lo mejor que he visto en todo el día. Hasta que se mete los dedos en la nariz. Hunde el momento mágico y salgo disparada. Ya no recuerdo si estaba verde el semáforo o lo eran sus mocos. Va a ser verdad eso que dicen de la relación tan íntima entre dedo y nariz en los semáforos... Pase de volver a mirar por el retrovisor hasta llegar a mi destino. Cierro fuertemente los ojos, para dejar que me mate el aburrimiento de esta oscura habitación y dejar de existir un rato.

lunes, 4 de abril de 2011

Haces que mi alma haga de luz

Los brotes se desgarran por dentro de una camisa de fuerza de manera alocada. No les dejan hacer sus travesuras saltando de cama en cama, de árbol en árbol, de libertad en libertad. Asoman su atrevimiento medido en milímetros y piden que mis manos se acerquen mostrando su curiosidad por cada uno de mis dedos. Están cubiertas de mucha impaciencia las palmas y las mantengo entreabiertas para si alguno quiere posarse en ellas. La fuerza del brazo sujeta su bienvenida. Inocentes se apelotonan con gran vigor y empujan en fila india para buscar la luz que los guíe, creen todos ellos en la eternidad de una estación llamada Vera. Con un poco de astucia tal vez podrán sentir dos cambios en su cuerpo, si no tropiezan por las escaleras conocerán a Toño, viejo truhán que pinta de naranja y amarillo todo a su paso. No conocen el lugar a donde van y se sienten incapaces de pararse excepto para oler a la brisa que los sujeta en el precipicio de lo extraño. La siguen y salen a buscarla asomándose a su ventana. Y gritando al eco su nombre y el eco responde a cada brote con ironía cientos de palabras. Algunos todavía son pequeños y pueden sentir la protección de los otros que han llegado antes. Es casi imposible no dejarlos de mirar y robar su color y mandar al mundo que se acerque a ver lo que esta sucediendo. Crecen y brillan entre las luces de neón apagadas para ser unos de tantos en la pasarela de su momento. Es fácil meter los dedos entre ellos y convertirse en una rama llena de flores frescas. Cada dedo teje de plata azulina la arboleda llegando a reflejar en el suelo un verde lleno de esplendor. Todos harán rabiar al viento y lo cortaran a su paso, y el viento se dejará cortar una y mil veces para sentirlos cerca, porque lleva esperando largo tiempo su regreso y recuperar su alma. Automáticamente se cubren las ramas de luz, dejando en su ropaje de dentro a la sombra anidar para ofrecer la inspiración a las hadas del bosque de mí mente.

domingo, 3 de abril de 2011

Regálame una sonrisa


La risa de ella de ti y de mí, sabe siempre a poco, sabe escasa. Siento su arritmia cuando la escucho llegar, cuando se va en segundos pierdo algo descosiéndose la alegría. No puedo tenerla toda como quisiera. Es más que un simple ja, ja, ja, es más que la sonoridad lanzada en un momento de cautiverio y su muerte es inexistente, llegando a vagar por ese lado perfecto que dejo vivir en mí. Se pierde en los pasajes que ha construido para ella el sonido. Es irreverente lo que siento cuando se pone a romper el aire y consigue que sea más feliz si se puede, aunque no la siento toda como quisiera. Guardo sus migajas en un cajón de mi cabeza común y diferente. No tiene salida, ni escapatoria aunque la tiente el no, no, no. Si solo fuera una dosis única elegida para ser conservada en el tiempo no la tocaría. Nunca la dejo más de un día sin sentir, más de un día sin saber que ella está por aquí y por allá. Me recoge ella a mí. Eterna, suave y dulce que se fragua en un punto y se despide aparte. Risa que se aliña de sabores agradables, que se sienta en la hierba contemplando el drenaje de un capitolio suburbano. Sale del sol cada mañana y su aroma torrefacto, hace que la huela antes de sentirla. Me la merezco, la siento y me cubre la cara. Es tan cercana y diferente. Me empapa seduciendo y sabiendo repetirse, para duplicarse al máximo pudiendo ser su ja, ja, ja la resonancia magnética que me atrajo de ella, aunque no la siento toda como quisiera.

Armario de historias


Abro mi armario y la oscuridad me da miedo, se oye un vacío caótico que inunda ese espacio donde viven los miedos y los secretos con corbata y falda según la piel del hipócrita que lo abra. Llevan un antifaz y tacones de aguja invisibles y la cara relavada. La puerta es fría y queda entreabierta a la sensaciones. Su profunda cara me dice sin darme explicaciones como les ve el mundo. Para ir de fiesta tengo que estar dentro o fuera para entender lo que no me dejan entender tanta palabrería de fuera de estos muros. Pero metida no soy igual, escucho el tictac del tiempo y tiembla la pared y sus engaños. Me asfixia y me siento sola mirando hacia un universo de luces fundidas y silencio de los corazones rojos y cuerpos ocultos. Antipática se siente la ropa callando y sintiéndose otra. Cojo lo primero que pillo y me escondo un rato en la guarida de más adentro en busca de los parpadeos que no encontraba, y así poder poner cara de póker en los momentos difíciles y sin respuesta. Aquí con la fogata de mis ojos solo veo que todo está gris y su cielo no cuenta con lluvia, pero resurgen de todas partes las nubes y su mar blanco de lágrimas saladas pintan su interior encharcando los tobillos de quien sujeta sus muros con la espalda. Se ahoga las pisadas sin oxigeno limpio. Dentro no existe orden, ni razonamientos para saber, porque se anda sin centro de gravedad, ni referente. El mundo gira pausado e incomodo. Dentro no puedo salir sin que alguien me pregunte. Echo de menos mi caminar, tengo ganas de de saltar y de decir la verdad y ser yo en cada momento. Echo de menos las palabras y me da igual quien seas y como seas, pero cogeme de la mano y sal de aqui conmigo y dime la verdad que yo te contaré como he vestido mis mentiras.

sábado, 2 de abril de 2011

En el punto de mira


Levanta la mano y dice lo que primero se le ocurre para detener la catastrofe. Es lógico que no sé de cuenta que ya ha explotado su dolor en la sala. Es más todavía sigue pensando que su mano parara todo aquello antes de que todo llega a su fin. Es casi increible que no sea capaz nadie de mirar la imagen serena de él subido en su tarima, mientras todo es un caos a su alrededor. La noche está presente en la sala y cae al suelo sujetando entre sus dedos un chorro de sangre que mana de su pecho. El balazo le ha partido el corazón en dos y la cara se crucifica de sensaciones de despedida. Está muerto pero el eco de sus ojos se escucha a lo lejos. No volverá a salir y decir lo que piensa. La sangre roja marca una figura asquerosa en el suelo. Nadie se acerca y los gritos presionan los oidos ensordeciendo al eco y al muerto ya muy muerto. El saco de carne rigida se enfría en el suelo a la espera de una manta y de quien de la orden de llevarselo de alli.